Algunas enfermedades del tiroides comportan gravedad y son una urgencia como los hipertiroidismos y los hiper o hipotiroidismos en la gestación.
Algunas enfermedades del tiroides comportan gravedad y son una urgencia como los hipertiroidismos y los hiper o hipotiroidismos en la gestación.
Los trastornos graves por falta o exceso de hormona tiroidea (hipo o hipertiroidismos respectivamente) dan, en general, una sintomatología muy típica y llamativa que lleva al paciente a consultar con el médico. Otras veces es el hallazgo, por el propio paciente o por otra persona, de un «bulto» (nódulo) en el cuello lo que le lleva a la consulta.
Sin embargo, la determinación casi rutinaria de hormonas tiroideas encuentra en muchísimas personas asintomáticas (en chequeos o analíticas por otro motivo) grados leves de hipotiroidismo que llamamos «subclínico» que muchas veces no tienen mayor importancia, aunque sí pueden tenerla en determinadas circunstancias como el embarazo. En estos casos, hay que decidir si tratar o no con hormona tiroidea y como hacer el seguimiento.
Por otra parte, la realización de pruebas de imagen del cuello, no orientadas en principio al tiroides como resonancia o TAC de cervicales, ecografía de cuello… pueden llevar al hallazgo casual de nódulos en el tiroides, asintomáticos para el paciente.
Se cree que un gran porcentaje de la población (sobre todo mujeres) tienen nódulos tiroideos, por lo que esto es un hallazgo común. Aquí el reto para el Endocrinólogo es intentar distinguir la mayoría de nódulos que son benignos y no requieren tratamiento, de los pocos malignos que hay que tratar adecuadamente.